En segundo lugar, hacían mención de “nuestras posesiones”. Los bienes que transportaban constituían la suma de todo lo que poseían en la tierra, los únicos recursos mediante los cuales poder establecerse bien en la Tierra Prometida. Cualquier percance en cuanto a sus posesiones los dejaría en una situación material muy precaria. Además, recordemos que llevaban consigo grandes tesoros para el templo. La generosidad del rey y sus consejeros (7:15–16) había sido, sin duda, una gran bendición, pero también
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